Cuando estamos esperando a nuestro bebé creemos tener todo planificado y listo para hacer de su vida y la nuestra un mundo maravilloso y lo más cómodo posible. Lo que nos importa es que ha llegado a nuestras vidas y nos ha proporcionado la mayor de las felicidades.
Y hasta aquí vamos bien, pero poco a poco comenzamos a descubrir que hay muchas cosas que no vimos en los libros ni en Internet y que no se parecen en nada a lo que nos dijo nuestra madre, amiga o vecina.
Una vez que llegamos a casa con nuestro bebé, comienza una verdadera aventura y, llegada la noche, nos preguntamos internamente, si esa criaturita tan chiquita y tan hermosa debe dormir en su cuna o a nuestro lado.
Dormir con el bebé recién nacido: colecho, sí o no
Cuando alguien pide un consejo sobre este u otro tema, hay que recordarle que cada niño es distinto y que por lo tanto las vivencias de una mamá no son garantía de éxito para otra familia, e incluso, dentro de la misma familia, pueden darse situaciones distintas con dos bebés.
Y es que con toda sinceridad jamás sabremos a ciencia cierta lo que ocurrirá porque, como dijo el doctor T. Berry Brazelton: “Aprender a ser padres es aprender de los errores y de los aciertos”.
Sin embargo, es importante informarnos para poder tomar medidas a tiempo y lo más probable es que en nuestra búsqueda sobre el colecho en recién nacidos encontremos dos posturas opuestas entre sí: las que recomiendan dormir con el bebé y las que se oponen rotundamente a ello.
Pues, vamos a ver los argumentos de cada una de ellas antes de tomar una decisión.
Hacer colecho con el bebé recién nacido
La ventaja fundamental de los que aprueban dormir con el bebé haciendo colecho radica en que hay una cercanía evidente que hace que el proceso de atenderlo sea muchísimo más rápido. Se despierta y mamá está allí para alimentarlo, abrazarlo y dormirlo. Esto, por lo tanto, permite que la criatura se alimente y duerma mejor.
Pero además los expertos opinan que hay otros beneficios, tales como:
- Estabilidad en el ritmo cardíaco y respiración
- Regulación en el sistema inmunitario
- Regulación de los niveles de cortisol y por tanto reducción del estrés
- Mayor conexión entre madre e hijo.
- Rapidez para detectar alguna anomalía o problema.
- Aumento en la autoestima del niño.
- Mejor sueño para toda la familia.
Es importante recordar que los especialistas que aprueban el colecho, consideran que hay una fuerte tendencia que tiene que ver con el aspecto cultural más que con lo psicológico y científico, y que lleva a las familias a no aplicarlo, más nos recuerdan que hay países donde esta práctica es habitual y como dice la psicóloga y antropóloga Rosa Jové:
“Lo de dormir solos es una cosa como muy reciente. En otras épocas, las familias dormían todos juntos en una misma pieza o habitación y no por eso eran menos inseguros”.
La realidad es que en muchos lugares del mundo se practica el colecho y muchos especialistas lo recomiendan, de hecho, viene ganando adeptos rápidamente.
Bebé recién nacido en una cuna separada de la cama familiar
La otra opción que tenemos es la de tener en nuestro cuarto la cuna o moisés del bebé para tenerlo cerca y atenderlo cuando sea necesario. Tal vez se pregunten: ¿Cuál es la diferencia?
Pues, según el Comité de Lactancia Materna de la AEP y el Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil de la AEP (Asociación Española de Pediatría)
“La forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres”, ya que existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%”.
Los detractores del colecho también afirman que al dormir con los bebés podemos hacerlos dependientes por exceso de apego, que la pareja pierde su intimidad y que siempre existe el riesgo de que puedan asfixiarse con las almohadas y sábanas, que les hagamos daño sin querer o que el bebé se nos caiga al suelo. Por ello recomiendan tenerlos al lado, pero no en la misma cama de los padres, es decir, juntos, pero no revueltos.
¿Cuál es la opción ideal?
Si hay algo en lo que todos están de acuerdo es que la decisión final la tiene la familia. No existe una opción ideal, no hay receta que nos asegure que esto o aquello es lo mejor, no tenemos en nuestras manos la fórmula perfecta, pero tenemos estas opciones que podemos evaluar y adaptar a nuestra realidad.
Lo importante es que el bebé esté seguro y cerca de los padres para recibir la atención que requiere. Y siempre debemos recordar que hay niños más tranquilos, otros más nerviosos, unos duermen más otros menos, a algunos les molesta el pañal a otros no. Hay madres que el proceso de amamantar les resulta sencillo a otras les cuesta más…
Son muchas circunstancias que iremos descubriendo gradualmente y, a medida que conocemos y entendemos a nuestros bebés, lograremos establecer las pautas necesarias para mantener todo bajo control y con un mayor grado de tranquilidad.
Las cunas de colecho
Existe una solución ideal para que el recién nacido duerma con su mamá pero teniendo su propio espacio. Y esa solución son las cunas de colecho, que permiten tener al bebé al lado y atenderle con sólo un gesto, eliminando todos los riesgos de dormir con el bebé en la cama familiar.
Estas cunas de colecho son una excelente opción para quienes deciden dormir con sus hijos, ya que nos permiten tener al bebé protegido, pero a nuestro lado.
En todo caso, será la familia quien tendrá la última palabra, así que mucha suerte y a disfrutar de tu bebé.