Lactancia materna y colecho

El colecho y la lactancia materna han estado vinculados desde siempre. En realidad, todos los que hemos sido padres sabemos lo dificultoso que resulta pararse varias veces en mitad de la noche, sobre todo durante los primeros 3 meses de vida del bebé.

Mamá y papá quedan agotados por este mal dormir, lo que les impide rendir los suficiente durante el día. Eso sin tomar en cuenta, el estrés adicional que se le produce al niño el despertar en medio de la oscuridad alejado de sus progenitores. En muchos casos ninguno duerme bien y mamá termina sintiendo que amamantar es más un castigo, que uno de los actos más hermosos de la vida.

«Breastsleeping»

El breastsleeping, es el término de moda en el mundo del colecho. En realidad se refiere a la madre lactante que duerme con su bebé y que a partir de este simple acto, evidencia un conjunto de beneficios tanto para ella como para su bebé.

Entre las principales ventajas que aporta el breastsleeping, tenemos las siguientes:

  1. Ayuda a gestionar y producir leche de forma correcta. Toda madre de un lactante sabe de primera mano, lo doloroso que resulta el no poder descargar de manera continua la leche de sus senos, otras sufren de obstrucciones en los conductos mamarios y deben soportar un terrible dolor durante varios días, hasta que el bebé logra deshacer el tapón. Una de las mejores formas de prevenir todas estas molestias y asegurar la producción continua de leche, es dormir con el bebé al lado, ya que lo motiva a mamar apenas lo necesite y le permite a la madre seguir descansando en medio de la noche.
  2. Mejora y aumenta las horas del sueño del bebé. Quizás el mejor aporte que trae el colecho a la vida de las familias, es el de ampliar las horas del sueño del niño y lograr que este llore menos. La razón de este fenómeno se debe a la cercanía con la mamá, los bebés poseen un olfato muy desarrollado, el cual va disminuyendo y regulándose en la medida en que crecemos; pero de chiquitos tener a mamá cerca y oler la lecha, nos tranquiliza y permite dormir plácidamente gran parte de la noche. Además, disminuye el malestar de los cólicos y evita que el niño entre en llantos irrefrenables.
  3. Fomenta el apego seguro. Por último, hacer colecho durante el período de lactancia, permite fortalecer el vínculo entre madre e hijo, aportándole al recién nacido un conjunto de fortalezas a nivel psico-afectivo. Por ejemplo, el bebé que duerme con mamá se siente más seguro, más querido, se sabe importante para su cuidador y además, ve satisfecha sus necesidades en muy poco tiempo lo que le permite relajarse y ser más feliz.

El colecho y la lactancia disminuyen el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL)

El riesgo de que un niño sufra del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), está presente los primeros nueve meses de vida, pero la tasa de riesgo más alta se ubica desde los 0 hasta los 3 meses.

Los expertos en el colecho han indicado que dormir con el bebé, permite a la madre sincronizarse con los patrones del sueño del niño, lo que le proporciona un sueño mucho más ligero que le ayuda a darse cuenta rápidamente si el bebé sufre algún episodio de apnea (dejar de respirar).

Lo que sí es importante que se tenga en consideración, es que durante los primeros 3 meses de vida el bebé debería contar con su propio espacio en la cama, para evitar cualquier tipo de incidentes. Por esta razón lo más recomendable es adquirir una cuna de colecho, la cual se adhiere a la cama ampliándola y brindándole al recién nacido su propia área de descanso.

Si deseas conocer más sobre las cunas de colecho y cuál es la que se ajusta más a tu situación te invito a leer nuestro artículo Cunas de colecho, donde despejamos la mayoría de las dudas con respecto a este tipo de camitas para bebés.

La campaña «Safe to Sleep»

De un tiempo a esta parte, existe un movimiento conocido como «Safe to Sleep», que busca informar a los padres sobre las buenas prácticas del colecho, pero sobre todo, busca hacer hincapié de que el colecho y la lactancia materna se deben considerar como un mismo acto.

Lo natural es que el cachorro duerma con su madre. Solo debemos ver a los demás mamíferos para darnos cuentas de la enorme importancia del colecho.

Obviamente, existen también varias razones, sobre todo médicas, que podrían impedir este tipo de prácticas en un núcleo familiar. Además de un conjunto de creencias y tradiciones arraigadas en el entorno social. Nuestro consejo sigue siendo que apliques aquellas prácticas que te funcionen y ayuden a mantener la salud física y psicológica del bebé, pero no en detrimento de la de los padres.

Si dormir con tu bebé utilizando una cuna de colecho te permite dormir más tranquila, ayuda a tu esposo a descansar y mantiene más feliz al recién nacido, entonces bienvenida sea la práctica del colecho.

Pero, sí tener tan cerca a tu hijo pone nerviosa, no te ayuda a conciliar el sueño o cualquier movimiento le despierta, entonces, lo mejor será descartar esta práctica. Aunque lo que sí es totalmente cierto, es que dormir junto al recién nacido promueve la lactancia materna, evita varios tipos de molestias en los senos y refuerza el vínculo madre-hijo, así como otras ventajas que puedes leer en beneficios del colecho.

El apego seguro

El apego seguro es ese vínculo psico-afectivo del bebé con su mamá. Es importante resaltar que todos nacemos siendo totalmente dependientes del entorno y sobre todo, dependientes de nuestra madre.

Durante el primer año de vida el bebé debe aprender a autorregular sus emociones. El bebé no entiende cuando esta triste, ni eufórico, ni molesto. Es el contacto con mamá el que le enseña a reconocer sus emociones, pero sobre todo a deshacerse de ellas mitigándolas poco a poco, así se evita que el pequeño entre en histeria o crisis.

Algunas creencias como “si tienes al niño siempre en brazos lo vas a malcriar”, “Es malo dormir con el bebé porque se vuelve dependiente” o “Deja que llore y se calme solo”, realmente son consejos contraproducentes para el desarrollo mental del pequeño. Ojo, aquí debemos separar las crisis reales de las manipulaciones del bebé, pero toda madre sabe cuándo su niño está produciendo un llanto genuino y cuando simplemente quiere que se le cumpla un capricho.

Lo ideal es mantener a los bebés, sobre todo durante el primer año, lo más cerca de la madre. Prácticas como las de portear al niño, dormir con él o incluso bañarse con él, no solo refuerza el sentimiento de apego seguro, también brindan al mundo adultos con una personalidad más cálida, que son muchos más estables en cuanto a su salud emocional, que desarrollan relaciones íntimas duraderas y satisfactorias, que son más positivos y cuentan con una gran dominio sobre sí mismos.

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