El Colecho según la edad

Si eres de las madres que ha decidido practicar el colecho, seguramente tendrás la duda de hasta cuándo deberás hacerlo o si existe alguna edad específica para dormir o dejar de dormir con el bebé. La realidad es que todas en algún momento nos preguntamos si hay límites para esto o si debemos dejar de hacerlo cuando el niño llegue a cierta edad.

Pero tranquila, la verdad es que no existe una opinión categórica sobre el tema y los especialistas que están a favor del colecho consideran que es decisión de los padres y del niño, es decir, la decisión la tomas tú, no las amigas, ni los abuelos ni ninguna otra persona.

Pero como es importante mantenernos informados de lo que sucede en el mundo de la crianza, iremos viendo, a través de este artículo, que puede ser lo más adecuado para ti y para tu hijo.

Los ciclos de sueño

Es algo muy frecuente escuchar diversas conversaciones de otras madres sobre el dormir de sus hijos y lo que hacen para mantenerlos tranquilos. 

Efectivamente, hay cientos de historias al respecto. Historias de desvelos, llantos, desesperaciones, juegos o recetas que buscan lograr satisfacer las necesidades de los pequeños. Tal vez algunas tienen más suerte que otras, pero cada cual va aprendiendo y acumulando sus propias experiencias.

Como cada niño es único, es importante asimilar que sus ciclos de sueño también lo son y que en él operan diversos factores psicológicos y fisiológicos que influyen en la forma de dormir.

Cada pequeño tiene su ritmo, por eso algunos se quedan tranquilos en sus habitaciones a temprana edad y a otros les cuesta un poco más.

¿Cuál es nuestra tarea? Tomar siempre en consideración las necesidades de nuestros hijos y de nuestra familia antes de tomar cualquier decisión relacionada con el colecho o descolecho.

Colecho con recién nacidos

Cuando el bebé llega a nuestras vidas iniciamos un proceso de reconocimiento, empezamos a entenderlo, a conocer y distinguir los llantos y su forma de comunicarse.  Empezamos a descubrir lo que le molesta, lo que lo calma, lo que lo asusta, lo que le disgusta y lo que lo complace.

También vamos aprendiendo sobre su alimentación y sus ciclos de sueño, aunque estos últimos no siempre siguen una escala evolutiva, a veces nos encontramos con ciertos retrocesos, por decirlo de alguna forma. Es decir, puede suceder que un niño que dormía ocho horas diarias a los 4 meses, comience a dormir menos horas al tener año, pero esto tiene que ver con el desarrollo motor y cognitivo. Es parte de su adaptación y sus nuevas experiencias.

Aunque no todos los bebés duermen la misma cantidad de horas, lo más probable es que en los primeros meses se despierten cada tres o cuatro horas para que lo alimentemos, lo cambiemos y lo abracemos, por eso es importante que duerma muy cerca de nosotras.

Algunas madres prefieren que el bebé duerma en su propia cama por lo ventajoso de asistirlo de inmediato y lograr un mayor lazo emocional con el bebé. Otras prefieren mantenerlos en sus cunas para evitar cualquier riesgo, pero en la misma habitación.

En todo caso, la mayoría de los expertos coinciden en que los recién nacidos deben estar cerca de sus padres hasta los siete meses. Así que, prepárate para consentirlo y cuidarlo en esta primera etapa.

Ya tiene un año y aún duerme en nuestra cama

Algunos estudios revelan que un alto porcentaje de bebés duermen ocho horas seguidas a partir de los siete meses, por lo que muchos padres comienzan a prepararse para llevarlos a su habitación.

Es posible que algunos tengan buenos resultados, pero, como no todos los niños son iguales, otros padres encontrarán necesario dejarlos por un tiempo más.

Si eres de las que tiene a su hijo de un año durmiendo contigo, no te preocupes, la idea de separarlos es más una presión social y no todos los padres estamos preparados para dar ese paso.

Recuerda que muchos niños necesitan el consuelo de sus padres y siempre debemos actuar en función de lo que es conveniente para el niño y para el grupo familiar.

El colecho en niños de 2 a 4 años

A estas alturas muchos padres ya estarán pensando si hicieron bien en tenerlo tanto tiempo durmiendo con ellos, y no somos quien para juzgarlos puesto que muchos tenemos hijos durmiendo a nuestro lado. Pero en vez de criticarnos veamos algunos beneficios de tener a nuestros hijos en la cama.

A partir de los dos años nuestros peques seguramente duermen plácidamente durante toda la noche, pero también es el período en que aparecen los terrores nocturnos, las pesadillas, el miedo a los objetos y las sombras por lo que es común que pataleen, se despierten asustados, lloren y busquen a mamá y papá.

La ventaja de tenerlos cerca, es que los niños se dan cuenta de que no están solos y se duermen más rápido, mientras que los que duermen solos sienten mayor estrés y seguramente se levantarán en busca de sus padres.

Siempre debemos tener presente que la mejor alternativa es la que nos mantiene felices y tranquilos a todos.

Colecho a los 5 años

Muchos niños ya se habrán independizado al llegar a los cinco años, pero otros tantos aún preferirán dormir con sus padres porque no se sienten preparados para quedarse solos o tal vez se turnen entre su cama y la nuestra, dependiendo de cómo se sientan.

Pero creemos profundamente que lo mejor es esperar con calma, sin angustia. El niño seguramente lo va a solicitar en cualquier momento o quizá logremos convencerlo sin ocasionarle una pena o trauma.

Pero como ya lo vemos grande, lo más probable es que nos preguntemos ¿hasta cuándo? En palabras del psiquiatra y escritor Carlos González:

“Hasta que los padres y los niños quieran. Acaso yo o alguien puede decirle a una mujer hasta cuándo tiene que dormir con su esposo o con su marido… ¡No!”.

Carlos González, psiquiatra y escritor

Por tal motivo, será la familia la encargada de tomar la decisión ajustándose a sus necesidades y criterio.

Dormir con ellos tiene sus ventajas

El Psicólogo clínico Felipe Lecannelier nos comenta en su libro A.M.A.R: Hacia un cuidado respetuoso de apego en la infancia que: 

Dos investigadores, Meret Keller y Wendy Goldberg, de la Universidad de California en Irvine, encontraron que aquellos niños que habían dormido en colecho eran más autónomos, con mayor confianza en sí mismo, mejores amigos y más capacidades de enfrentar los problemas”.

Felipe Lecannelier, psicólogo clínico

Si le preguntáramos a un niño del beneficio de dormir con sus padres notaríamos que esto les da seguridad, tranquilidad. De allí que tantos niños se pasen diariamente a las camas de sus padres durante la noche.

Y si piensas que solo tú sigues con el colecho, Lecannnelier nos explica que:

“En un estudio de 136 países se encontró que en dos tercios de los países investigados los niños duermen con sus madres, y en el otro tercio suelen dormir con algún familiar”.

Felipe Lecannelier, psicólogo clínico

Como ves, no somos ni las únicas, ni las últimas ni las primeras en sentirnos a gusto con el colecho, muchas madres lo hacen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *